Luxemburgo demuestra su empeño en erradicar la esclavitud moderna
6 mayo 2021
Luxemburgo se convierte en el 51er país en ratificar el Protocolo de la OIT relativo al trabajo forzoso.
Foto: Mullerthal, Luxemburgo (© Bart van Schöll)
Al ratificar el Protocolo de la OIT relativo al trabajo forzoso, Luxemburgo se ha comprometido a adoptar medidas eficaces para prevenir el trabajo forzoso y proporcionar a las víctimas protección y acceso a acciones jurídicas y de reparación.
“El Gobierno de Luxemburgo está persuadido de la necesidad de redoblar los esfuerzos a fin de contrarrestar lacras tales como el trabajo forzoso en todas sus formas. Seguiremos reforzando a todos los agentes nacionales participantes en esta lucha. En el ámbito internacional es muy gratificantes constatar la consecución del importante objetivo de la campaña “50 for freedom”, pues son ya 51 los países que han ratificado el Protocolo de la OIT relativo al trabajo forzoso. Así, queda de manifiesto la firme determinación de estos 51 países de colaborar y aunar esfuerzos a fin de eliminar el trabajo forzoso”, dijo Dan Kersch, Viceprimer Ministro y Ministro de Trabajo, Empleo y Economía Social y Solidaria del país.
Luxemburgo tiene un marco jurídico consolidado para prevenir, reprimir y sancionar la trata de seres humanos, y también para reforzar la protección de las víctimas. Entre otros instrumentos, cabe citar la Ley de 2008 relativa a la libre circulación de personas y a la inmigración; la Ley de 2009 relativa a la trata de seres humanos; y la Ley de 2009 relativa a la asistencia, protección y seguridad de las víctimas de trata de seres humanos. Esta última prevé la creación de una comisión de supervisión de las actuaciones de lucha contra la trata, cuyas competencias son, entre otras, coordinar actividades preventivas, evaluar el fenómeno de la trata y centralizar y analizar los datos estadísticos sobre este asunto.
“La ratificación por parte de Luxemburgo, inmediatamente después de que celebráramos las primeras 50 ratificaciones del Protocolo, representa un gran estímulo. Todos los países deben seguir el ejemplo y ratificar este instrumento. El Protocolo prevé medidas concretas –como promulgar y reforzar las leyes pertinentes, prestar asistencia a las víctimas y garantizar que puedan reclamar sus derechos ante la justicia– que pueden cambiar la vida de millones de mujeres, hombres y niños captados con artimañas hasta quedar atrapados en el trabajo forzoso. Este crimen se comete en todos los países y no debería tolerarse”, afirma Lieve Verboven, directora de la Oficina de la OIT para la Unión Europea y los países del Benelux.
Con la ratificación del Protocolo relativo al trabajo forzoso por parte de Luxemburgo, un total de 51 países en el mundo ya han suscrito este tratado internacional desde su adopción por la Conferencia Internacional del Trabajo en 2014. En noviembre de 2017, durante la Conferencia Mundial sobre trabajo infantil y trabajo forzoso celebrada en Argentina, la Unión Europea se comprometió a “promover activamente la ágil ratificación del Protocolo relativo al trabajo forzoso entre los Estados miembros de la Unión Europea”. Con las ratificaciones de Luxemburgo este año y de Lituania y Portugal el año pasado, hay solo ocho países de la Unión Europea pendientes de ratificar el Protocolo.