>

Malí se convierte en el tercer país africano en ratificar el Protocolo

12 abril 2016

Malí ha ratificado el Protocolo de 2014 relativo al Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930, reforzando así el movimiento mundial de lucha contra todas las formas de trabajo forzoso, incluida la trata de personas.

Foto: Mano de Fatima, Mali (Timm Guenther)

©lisakristine.com

Mali se suma a Níger, Noruega, el Reino Unido y Mauritania, primeros Estados en asumir el compromiso formal de aplicar el Protocolo.

“La República de Malí siempre ha querido que los trabajadores tengan acceso a un empleo decente y gocen de protección contra los abusos derivados del trabajo forzoso, el trabajo infantil, la trata de seres humanos y la esclavitud contemporánea, dijo Fassoun Coulibaly, Director Nacional de Trabajo de Malí.

“Al ratificar el Protocolo, Malí se compromete a poner punto final al trabajo forzoso y a movilizar los recursos necesarios para lograrlo. Apreciamos mucho el liderazgo de la OIT, e instamos a otros países a combatir este flagelo mundial”, añadió.

La ratificación demuestra el empeño de Malí en luchar contra el trabajo forzoso. Al convertirse en miembro de la Organización Internacional del Trabajo en 1960, Malí aceptó inmediatamente las obligaciones contraídas en virtud del Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930 (núm. 29); en 1962 hizo lo propio respecto del Convenio sobre la abolición del trabajo forzoso, 1957 (núm. 105). Recientemente, en 2012, Malí reforzó su marco legislativo para luchar contra el trabajo forzoso al promulgar la Ley relativa a la acción para combatir la trata de personas y prácticas afines y crear el Comité de Coordinación Nacional de lucha contra la trata de personas y prácticas afines.

“Esta ratificación envía un mensaje contundente a otros países de África y otros lugares, para que también adopten medidas inmediatas y cumplan las obligaciones contraídas en virtud del Protocolo: prevenir el trabajo forzoso, proteger a las víctimas proporcionándoles soluciones concretas, y perseguir a los perpetradores. El concepto de un mundo sin trabajo forzoso solo se hará realidad con el apoyo internacional”, dijo Beate Andrees, Jefa del Servicio de Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo de la OIT.