Irlanda ratifica el Protocolo de la OIT dirigido a combatir el trabajo forzoso, la esclavitud y la trata de personas
6 febrero 2019
Irlanda se convierte en el 29.º país en ratificar el Protocolo sobre trabajo forzoso de la OIT, comprometiéndose así a luchar contra el trabajo forzoso en todas sus formas.
Photo: Peter M Graham
Al ratificar el Protocolo, Irlanda se compromete a adoptar medidas eficaces para luchar contra el trabajo forzoso, que incluye la servidumbre por deudas, el trabajo doméstico forzoso y la trata de personas, a fin de proteger a las víctimas y garantizar su acceso a acciones de reparación y de compensación.
“La decisión de ratificar el Protocolo demuestra el firme compromiso de Irlanda hacia el Programa de trabajo decente de la OIT”, declaró Orlaigh Quinn, Secretario General del Departamento de Negocios, Empresas e Innovación.
“Me complace mucho recibir este instrumento de ratificación, el cual demuestra una vez más el compromiso constante de Irlanda con la lucha contra el trabajo forzoso”, afirmó Guy Ryder, Director General de la OIT. “Irlanda contribuye a la celebración del centenario de la OIT al ratificar el Protocolo relativo al fundamental Convenio sobre el trabajo forzoso. Esto constituye un paso decisivo hacia el objetivo de alcanzar 50 ratificaciones del Protocolo para finales de 2019. De esta manera, Irlanda sigue avanzando hacia el logro del trabajo decente y la realización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, en particular la meta 8.7”.
A nivel nacional, Irlanda posee una larga experiencia de acción en la lucha contra el trabajo forzoso. En 1931, fue uno de los primeros países que ratificó el Convenio sobre el trabajo forzoso. Además, ha desarrollado un sólido marco jurídico e institucional para luchar contra la trata de personas, en particular gracias a la constante adaptación de las disposiciones de su Código Penal, y a la adopción en 2016 del segundo Plan de Acción Nacional para prevenir y combatir la trata de seres humanos en Irlanda, el cual incluye una estrategia amplia de prevención y medidas dirigidas a la identificación, asistencia e indemnización de las víctimas.
Según las estimaciones mundiales, 24.9 millones de personas son víctimas del trabajo forzoso en el mundo, de las cuales 4,8 millones son víctimas de la explotación sexual. En el sector privado, el trabajo forzoso genera 150.000 millones de dólares anuales en ganancias ilícitas.
Diversos sectores económicos son afectados, entre ellos el trabajo doméstico, la construcción, la manufactura, la agricultura y la pesca.
Esta nueva ratificación nos acerca al objetivo de 50 ratificaciones promovido por la OIT y sus socios a través de la campaña mundial “50 for Freedom”. Más de la mitad de las víctimas del trabajo forzoso son mujeres y niñas, principalmente en la explotación sexual con fines comerciales, mientras que los hombres y los niños son sobre todo víctimas de la explotación económica forzosa en la agricultura, la construcción y la minería.